Como un
bolero sobre tu piel
B. Fuster, L. Mendo
Todo el vedado es presagio de un festín
como un mantel de luz y sombreros.
Alguién descarga la rumba en un jardín
sobre el latido de la ciudad.
“Bola de Nieve” llegá y me insiste:
“Permítame que le hable de amor,
señorita”.
Y ante sus manos quién se resiste
si la propuesta es un son
que nace en La Habana Vieja
y toma cuerpo en El Malecón.
Cuánto daría por ser de nuevo
como un bolero sobre tu piel.
Lluvia y misterio, canela y fuego,
un huracán dentro de un clavel.
Cuánto daría por ser de nuevo
como un bolero sobre tu piel.
Lluvia y misterio, canela y fuego,
un huracán dentro de un clavel.
Ei eo… ei eo
La Habana entera es un baile tropical
como un panal de sombra y luceros.
Todo el deseo me envuelve en espiral,
la vida siempre llega del mar.
Celia me grita te espero luego,
cruzo la rampa para llegar justo a
tiempo
y ante sus versos al fin me entrego
pues la propuesta es un son
que nace en La Habana Vieja
y toma cuerpo en El Malecón.
Cuánto daría por ser de nuevo
como un bolero sobre tu piel.
Lluvia y misterio, canela y fuego,
un huracán dentro de un clavel.
Cuánto daría por ser de nuevo
como un bolero sobre tu piel.
Lluvia y misterio, canela y fuego,
un huracán dentro de un clavel.
Ei eo… ei eo
Cuánto daría por ser de nuevo
como un bolero sobre tu piel.
Lluvia y misterio, canela y fuego,
un huracán dentro de un clavel.
Cuánto daría por ser de nuevo
como un bolero sobre tu piel.
Lluvia y misterio, canela y fuego,
un huracán dentro de un clavel.
Ei eo… ei eo |