Urrengo
verso oneetan
esan biar dogu
Errenguen armerubac
nortzube ditugun
Oneec ezpalitzatez
beti biarrian
cer eguingo guenduque
guerria danian?
Guztiz gosseti oneec
labia issioturic
forjetan asten dira
guelditu bagaric
Eurac forjetan dabe
eurac limadore
eurac asi ta acabau
tornillo ta muelle
Astelen martitzenetan
ondo umilderic
erregue echera duaz
piezac arturic,
esaminadu daixan
ondo guztiz ondo
eta bada faltaric
contu beste beingo
Aste erdian duaz
dirubaren billa
Jan biarco badabe
nai dabeen guztija
pagadorearen echera
ichuturic leguez
guero sedaz jazteko
besteric ez leguez
Entzun beide munduban
gente cristau onac
cer falta eguiten daben
fabrican guizonac
oneec ezpaguenduzque
diñodan moduan
ez litzate geuretzat
gauza onic munduan. |
En los
siguientes versos,
vamos a decir
quiénes son
los armeros del rey.
Si éstos no estuviesen
constantemente trabajando,
¿qué haríamos
cuando viene la guerra?
Desde muy de mañana
encienden el horno
y empiezan a forjar
sin interrupción.
Ellos forjan,
ellos liman,
ellos empiezan y acaban
tornillos y muelles.
Los lunes y martes
muy humildemente
van a la casa real
y llevan las piezas
para que las examinen
detenidamente
y si encuentran fallos
cuidado la próxima vez.
A mitad de la semana
van en busca de dinero,
preciso para comer
todo lo que quieren.
Van veloces
a casa del pagador,
para luego vestirse de seda
como ningún otro.
Escuchen en la tierra
los buenos cristianos
cuán necesarios son
los hombres en la fábrica;
si no tuviésemos a éstos
como he dicho
no habría para nosotros
buena cosa en el mundo. |